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Comunicado de prensa
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Comunicado de prensa
Lecciones reales de los fracasos en el lanzamiento de tragaperras
Por Belatra Games en colaboración con Slotegrator
Cuando Belatra comenzó su transformación digital, nos aferramos a una idea simple: el producto es el rey. Pero con el tiempo, aprendimos que incluso las creencias más firmes merecen ser reexaminadas. Notar lo que no funciona y adaptarse rápidamente es lo que realmente impulsa el crecimiento. Cada paso adelante es una oportunidad para mejorar, y cada desvío una oportunidad para evolucionar.
Así que lo invertimos todo en crear juegos excepcionales desde cero. Mecánicas únicas, bellas ilustraciones, sólidas bases tecnológicas... lo teníamos todo. Cada lanzamiento era una pieza de entretenimiento cuidadosamente elaborada, y realmente pensábamos que eso era suficiente. Un gran juego debería hablar por sí mismo, ¿no?
Pues no fue así.
La realidad del mercado resultó ser muy distinta. Era ruidoso, rápido, sobresaturado y, la mayoría de las veces, indiferente. Por muy perfeccionado que esté tu juego, no conseguirá tracción si no sabes cómo contar su historia. Nos dimos cuenta de esto rápidamente y nos aseguramos de incluir una promoción adecuada en nuestro siguiente lanzamiento y, de repente, todo cambió.
Al ser uno de los primeros en entrar en el mercado, tuvimos que hacer gran parte del trabajo preliminar nosotros mismos, investigando el comportamiento de los jugadores, probando temas y aprendiendo de primera mano qué resonaba y qué no. Los que vinieron después contaron con la ventaja de los datos de pioneros del sector como nosotros. Una de nuestras primeras lecciones provino de una tragaperras de temática histórica. La calidad de la producción era excelente, las pruebas internas se desarrollaron sin problemas y confiábamos en su lanzamiento. Pero el mercado no respondió. No porque el juego fuera malo, sino porque el tema simplemente no resonaba con el público objetivo. No había contexto emocional, ni conexión. Los jugadores no se sentían identificados y, sin eso, no hacían clic.
Con el tiempo, cambiamos de mentalidad. En lugar de empezar con una idea y forzarla en diferentes mercados, empezamos a escuchar primero. ¿Qué valoran culturalmente los jugadores? ¿Con qué símbolos o historias se identifican? Nuestro siguiente juego se creó específicamente con estas preguntas en mente. Inspirada en el patrimonio local, la tragaperras conectó inmediatamente con el público. La conversión se triplicó. La retención se multiplicó por 2,5. El vínculo emocional era real.
Este fue un gran avance. Empezamos a ver nuestros juegos no sólo como sistemas matemáticos y visuales, sino como experiencias emocionales. Puede que la mecánica de una tragaperras sea su cuerpo, pero su tema, sus símbolos y su contexto emocional son su alma. Eso es con lo que conectan los jugadores. Eso es lo que les hace volver.
Pongamos como ejemplo nuestro éxito Tesoros de momia. El personaje de la momia de ese juego no es sólo un marcador de grandes ganancias, sino que tiene personalidad. Los jugadores la adoran, hablan de ella y comparten memes. Se ha convertido en algo más que un personaje: es amiga de muchos y el héroe favorito de innumerables jugadores. Ese tipo de conexión no se consigue únicamente con características. Es el resultado de comprender la capa emocional del juego.
En la actualidad, nuestro enfoque se basa en tres principios fundamentales. En primer lugar, la localización es más que traducción; es adaptación con empatía. En segundo lugar, el marketing no consiste sólo en hacer ruido, sino en entablar un diálogo significativo con los jugadores. Y en tercer lugar, la innovación debe estar impulsada por el conocimiento humano real, no sólo por la persecución de tendencias o la adición de características en aras de la novedad.
Si hubiéramos sabido todo esto antes, podríamos haber evitado algunos giros en falso. Pero cada paso en falso ha dado forma a lo que somos. Cada lanzamiento fallido fue una lección. La clave es dejar de darse cabezazos contra la pared y empezar a buscar las puertas que se abren fácilmente.
Por eso los jugadores conectan con nuestros juegos, porque no nos da miedo hablar de lo que no ha funcionado. Lo reconocemos, nos adaptamos y crecemos. No intentamos parecer perfectos, sino que somos abiertos, reales y nos comprometemos a mejorar. Y estamos sinceramente agradecidos por cada reto al que nos hemos enfrentado, porque esos momentos dieron forma a la empresa que somos hoy.
Porque en este sector, el fracaso no es lo contrario del éxito. Es parte del camino.
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